{"id":9964,"date":"2024-03-15T10:44:45","date_gmt":"2024-03-15T10:44:45","guid":{"rendered":"https:\/\/laparroquia.org\/?p=9964"},"modified":"2024-03-15T10:44:45","modified_gmt":"2024-03-15T10:44:45","slug":"san-clemente-hofbauer","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/laparroquia.org\/san-clemente-hofbauer\/","title":{"rendered":"San Clemente Hofbauer"},"content":{"rendered":"

\"\"<\/a><\/p>\n

San Clemente naci\u00f3 en Tasovice (Moravia: actual Rep\u00fablica Checa) en 1750. Fue el noveno de doce hijos de Mar\u00eda Steer y Paul Hofbauer.<\/p>\n

Muy pronto, siendo todav\u00eda un ni\u00f1o, a ra\u00edz de la muerte de su padre, Clemente tuvo que trabajar en una panader\u00eda. Despu\u00e9s fue estudiante-sirviente en el monasterio de Klosterbruck, donde logr\u00f3 completar sus estudios b\u00e1sicos.<\/p>\n

En diversos periodos de su juventud vivi\u00f3 como eremita. Pero, no satisfecho con este modo de vida y ayudado por personas bienhechoras, pudo estudiar filosof\u00eda y teolog\u00eda.<\/p>\n

Junto con su amigo Tadeo H\u00fcbl, entr\u00f3 en la Congregaci\u00f3n Redentorista en 1784. Ordenado sacerdote, fue enviado como Vicario General de la Congregaci\u00f3n a los pa\u00edses del centro de Europa. As\u00ed nacieron nuevas fundaciones redentoristas m\u00e1s all\u00e1 de los Alpes y comenz\u00f3 la expansi\u00f3n de la Congregaci\u00f3n por todo el mundo.<\/p>\n

Clemente vivi\u00f3 en Varsovia<\/a> durante veinte a\u00f1os, desarrollando una gran labor misionera y promoviendo nuevas vocaciones. De esta manera, con redentoristas de diversas nacionalidades, impuls\u00f3 la evangelizaci\u00f3n vali\u00e9ndose de los medios a su alcance: pastoral directa, misi\u00f3n popular, liturgia, asistencia social, educaci\u00f3n de ni\u00f1os y j\u00f3venes\u2026<\/p>\n

Fue un representante de la reacci\u00f3n religiosa frente al anticlericalismo reinante: contribuy\u00f3 a que el josefinismo, movimiento pol\u00edtico en el Imperio austr\u00edaco<\/a> que quer\u00eda someter la Iglesia al poder pol\u00edtico, no se impusiera definitivamente.<\/p>\n

En 1808, en plenas guerras napole\u00f3nicas, es expulsado de Varsovia y los redentoristas son dispersados. En ese trance, Clemente pens\u00f3 en ir a Canad\u00e1, pero las circunstancias lo condujeron a Viena. Aqu\u00ed desarroll\u00f3 la evangelizaci\u00f3n practicando el acompa\u00f1amiento espiritual, tanto de religiosos como de intelectuales y artistas. Anim\u00f3 cristianamente varios c\u00edrculos de influencia cultural, social, pol\u00edtica y religiosa.<\/p>\n

Clemente muri\u00f3 en Viena el 15 de marzo de 1820. Un mes m\u00e1s tarde, a instancias del papa P\u00edo VII<\/a>, el emperador Francisco I de Austria<\/a> firm\u00f3 un decreto autorizando de nuevo la actividad misionera de los redentoristas en su territorio.<\/p>\n

Fue beatificado por Le\u00f3n XIII<\/a> en 1888<\/a> y canonizado por P\u00edo X<\/a> en 1909. A\u00f1os m\u00e1s tarde, en 1914<\/a>, el mismo papa lo proclam\u00f3 copatron<\/a>o de la ciudad de Viena.<\/p>\n

Peregrino y propagador del Evangelio<\/strong><\/p>\n

El \u00e9xodo y la peregrinaci\u00f3n son datos relevantes en la vida de san Clemente. Se movi\u00f3 por media Europa por discernimiento vocacional o impulsado por la evangelizaci\u00f3n. Llevar la Palabra de Dios a todos y extender la misi\u00f3n son signos claros de su celo apost\u00f3lico. Se dedic\u00f3 tanto a ni\u00f1os como a j\u00f3venes y mayores. Fue un ap\u00f3stol en toda regla.<\/p>\n

Para los redentoristas, san Clemente es un santo muy importante por su ejemplaridad, adem\u00e1s de la influencia decisiva que tuvo en la expansi\u00f3n de nuestra Congregaci\u00f3n. Podemos afirmar que si los redentoristas estamos hoy por todo el mundo, en gran parte se lo debemos al impulso de san Clemente de sacar la Congregaci\u00f3n de Italia y extenderla por Europa, a pesar de las dificultades, sobre todo pol\u00edticas.<\/p>\n

Su figura es poco conocida en la Iglesia universal. No fue un intelectual. No dej\u00f3 libros ni obras de relevancia. Pero s\u00ed dej\u00f3 una gran herencia espiritual y evangelizadora.<\/p>\n

San Clemente sufri\u00f3 la intromisi\u00f3n descarada del emperador Jos\u00e9 II en cuestiones netamente eclesiales. Le lleg\u00f3 el influjo de la ca\u00edda de la monarqu\u00eda francesa, la formaci\u00f3n y ca\u00edda del poder napole\u00f3nico, el romanticismo\u2026 Desde Italia no siempre fue bien interpretado su proceder como redentorista: se le critic\u00f3 la infidelidad al carisma y a la trayectoria de la Congregaci\u00f3n. Sin embargo, como ap\u00f3stol, su vida fue una simbiosis de lucha y cruz. Es lo que le suele suceder a todo pionero que arriesga como punta de lanza\u2026<\/p>\n

Ah\u00ed est\u00e1n los resultados de su misi\u00f3n y testimonio: en la transici\u00f3n del s. XVIII al XIX supo presentar la misi\u00f3n de la Iglesia con la creatividad de una persona emprendedora y edificante. A pesar de moverse en un ambiente de decaimiento cristiano y de crisis cultural, tuvo el acierto de fomentar, de un modo tenaz, la formaci\u00f3n de n\u00facleos de renovaci\u00f3n que ir\u00edan haciendo surgir un movimiento popular cristiano.<\/p>\n

El profetismo de Clemente<\/strong><\/p>\n

Este creyente llevaba dentro una fuerte condici\u00f3n de ap\u00f3stol. Evangelizar era su misi\u00f3n y su premio. El reclamo de la \u201cvida apost\u00f3lica\u201d lo inquietaba. Y la experiencia de la redenci\u00f3n abundante hace de Clemente un redentorista aut\u00e9ntico, ejemplar. Esta pasi\u00f3n evangelizadora le pone en situaci\u00f3n de \u201c\u00e9xodo\u201d. Como buen evangelizador, no es de los que se quedan en casa. Su empe\u00f1o pastoral lo lleva a la calle: donde hierve la vida y suena el clamor de los necesitados. La \u201cgeograf\u00eda del abandono\u201d y los \u201cn\u00facleos de carencia\u201d ponen a Clemente en trance de \u201csalida apost\u00f3lica\u201d. Ante la imposibilidad pol\u00edtica de hacer otra cosa, convierte la peque\u00f1a iglesia de San Bennon de Varsovia en una \u201cmisi\u00f3n permanente\u201d.<\/p>\n

Es especialmente sensible al pueblo llano. Dijo en una ocasi\u00f3n: \u201cPredico de manera que cualquier criada me pueda entender\u201d. Y est\u00e1 atento a las necesidades de los pobres. Cierto d\u00eda, entr\u00f3 en una taberna de Varsovia, pidiendo limosna para el orfanato que cuidaba. Uno, al verle, le insulta y le escupe. Clemente sac\u00f3 el pa\u00f1uelo, se limpi\u00f3 y le dijo suavemente: \u201cCaballero, esto es para m\u00ed. \u00bfPuede darme ahora algo para los hu\u00e9rfanos?\u201d. Aquel hombre termin\u00f3 siendo amigo de Clemente…<\/p>\n

Como todos los santos, este ap\u00f3stol redentorista sobresale por su humanidad, sencillez y audacia: consecuencia de una fuerte espiritualidad como cimiento y tambi\u00e9n de un gran esfuerzo por su parte. Conjug\u00f3 el profetismo de la palabra con el apostolado de la \u201cpresencia\u201d: hacer que la vida contenga gestos simb\u00f3licos que interroguen e irradien. Tuvo muy claro que antes de abrir la boca como profeta, deb\u00eda estar hablando con toda su persona.<\/p>\n

Con san Alfonso, ambos son las dos columnas s\u00f3lidas sobre las que descansa nuestra evoluci\u00f3n. Cada uno realiz\u00f3 una funci\u00f3n complementaria. Si Clemente se lanz\u00f3 m\u00e1s all\u00e1 de los Alpes, no fue por simple aventura, sino porque el Esp\u00edritu andaba por medio. A partir de entonces, aprovechando los flujos migratorios y el movimiento misional del s. XIX, nuestra Congregaci\u00f3n se ha ido extendiendo hasta implantarse en los cinco continentes.<\/p>\n

San Clemente es un foco potente que ilumina nuestra identidad. Al evocar su figura, algo muy importante queda resonando: es un acierto invertir la vida al servicio del Evangelio.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

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