Celebramos a María, Perpetuo Socorro
Son muchas las personas que oran ante el icono, el cuadro o la imagen de la Virgen del Perpetuo Socorro: impacta y conmueve la mirada con que María nos “habla”…; y uno se siente convocado a contemplar y situarse ante el misterio insondable y revelado de la Redención.
Según una tradición cristiana, los monjes pintaban iconos, como este del Perpetuo Socorro, de rodillas y en ambiente de oración, pensando en quienes están llamados a cuidar y practicar la fe en las circunstancias más diversas de la vida.
En el caso del icono de la Virgen de la Pasión, que hoy conocemos como “Nuestra Señora del Perpetuo Socorro”, después de aventuras y casualidades diferentes a lo largo de varios siglos, en 1866, el papa Pío IX nos lo confió a los Misioneros Redentoristas con esta recomendación: “Dadla a conocer por todo el mundo”. Nosotros ciertamente hemos llevado a la práctica este encargo: desde entonces se ha convertido en la imagen mariana más representativa de nuestra Congregación.
El símbolo
Contemplando el icono en su conjunto, observamos que Jesús, en brazos de su Madre, se estremece ante la visión de sus futuros sufrimientos. Dos ángeles llevan instrumentos de la Pasión. Jesús, contemplando el panorama, se inclina hacia su Madre y se agarra a su mano protectora.
María sabe que el dolor no podrá ser evitado. Pero su amor maternal hacia su Hijo se desborda: se hace más cálido, más solícito, más intenso… Con ternura entrañable acaricia y aprieta las manos de Jesús e inclina la cabeza hacia él, mientras una nube de tristeza se refleja en su rostro.
Jesús, ya desde niño, intuye el destino de ofrenda y de oblación que le espera. Nosotros, por nuestra parte, le agradecemos su testimonio honrado, su entrega total y la redención sobreabundante que nos reconcilia, engrandece y salva.
Novena
En la Iglesia ha habido siempre una especial estima y consideración de María. Sorprende el impacto que sigue teniendo, generación tras generación. Sin duda, el atractivo y la devoción hacia ella constituyen uno de los fenómenos más sugerentes de la religiosidad popular.
Impresiona cómo la Virgen fascina a personas y colectivos, cómo interesa a infinidad de artistas, cómo muchas personas llevan su nombre con orgullo y distinción. Por razones particulares y diversas el pueblo cristiano la celebra con especial fervor y veneración. Y lo hace bajo diferentes advocaciones. Nosotros tenemos esta de “Perpetuo Socorro”, el icono que nos remonta al Evangelio y a la Pasión de Jesús, en el que se percibe dolor, pero también misericordia y glorificación…
Actualmente, la Virgen del Perpetuo Socorro es conocida y venerada en los cinco continentes, siendo especialmente entrañable la novena con que se la honra. Su imagen no solo está en las iglesias de la Familia Redentorista, sino también en miles de capillas, iglesias y hogares del mundo, en muchos casos como recuerdo de las Misiones Populares que los Redentoristas han animado.