Trabajo decente

La reflexión sobre el trabajo decente es un reclamo permanente. Esta es una cuestión que se viene arrastrando y que no acaba de resolverse. La cercanía del 8 de marzo, conmemorando el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, da pie para retomar el debate que afecta a muchas personas trabajadoras.

Organizaciones y movimientos eclesiales están propagando esta reflexión, siendo conciencia crítica de este problema y actuando en una primera línea. Se agrupan como plataforma bajo la denominación: Iglesia por el Trabajo Decente. Su objetivo es sensibilizar, visibilizar y denunciar situaciones de indignidad, servilismo y hasta esclavitud en el ámbito laboral.

Un problema que manifiestan y denuncian es la persistente desigualdad de género en el empleo. Las mujeres están más perjudicadas por el desempleo, la brecha salarial, la temporalidad y tienen menor participación en la toma de decisiones que afectan al ámbito laboral.

Con motivo del “Día” mencionado, la plataforma Iglesia por el Trabajo Decente en Salamanca convoca a una oración, el jueves 7 de marzo, en la iglesia de las Esclavas del Sagrado Corazón, c/ Azafranal, 10, seguida de una concentración en el exterior, en la que se leerá un manifiesto.

Para la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el trabajo decente sintetiza las aspiraciones de las personas durante su vida laboral. Significa la oportunidad de acceder a un empleo productivo que genere un ingreso justo, la seguridad en el lugar de trabajo y la protección social para todos, mejores perspectivas de desarrollo personal e integración social, libertad para que los individuos expresen sus opiniones, se organicen y participen en las decisiones que afectan sus vidas, y la igualdad de oportunidades y trato para todos, mujeres y hombres. Un sueño y una utopía posibles que hemos de seguir procurando solidaria y esperanzadamente…