Comunicaciones

El valor de la fe

Resulta muy elocuente e impactante meditar el capítulo 11 de la carta a los hebreos, porque presenta con relieve y grandeza el regalo de la fe iluminando y alentando la vida de muchos creyentes. Impresiona el repaso que hace el autor de tantas personas que han sido emprendedoras, valerosas, fieles… gracias a la práctica y al cuidado de la fe. Nosotros podemos estirar la lista recorriendo la historia de la Iglesia y destacando en la actualidad a cristianos muy capaces, decididos y edificantes “por la fe…”.

En verdad, experimentar la fe es una suerte de extraordinaria importancia. Por la fe Abrahán vio agrandado su horizonte y multiplicadas sus capacidades. Y por la fe todo creyente puede atestiguar cantidad de experiencias rebosantes de sentido y de vibración.

En nuestro caso, hablamos de la fe cristiana, que deriva del encuentro personal con Dios y con Jesús en el Espíritu; “encuentro” que abre un nuevo horizonte y da una orientación decisiva a la vida.

Por eso, la fe no es algo indiferente. Es una lástima que muchos no la disfruten ni le saquen partido. Nosotros agradecemos este don excelente que nos lleva a vivir como “hijos de la luz” y en compañía de Dios.

Cuidar la fe

Vivir como creyentes no se improvisa ni resulta fácil. Más aún: requiere mucho equilibrio y mucha concentración, porque la senda de la fe se extiende incluso hasta el horizonte de la heroicidad.

Por la fe, muchas personas que conocemos trabajan con mayor esmero su personalidad y se comprometen con servicios valientes y hasta arriesgados. Por la fe, muchos valoran las luces del Espíritu y se dejan conducir por Dios. Nosotros mismos somos conscientes de las ventajas que aporta la fe y la experimentamos con gozo, aunque también nos complique la vida por lo exigente que es y por el ritmo que imprime…

Pero, por la debilidad de toda persona y por el influjo lioso del ambiente, todos corremos el riesgo de abandonarnos y no cultivar la fe con el esmero y la perseverancia que requiere. Por ello, es muy conveniente revisar la vida, porque nos movemos en ambientes de increencia, superficialidad e indiferencia religiosa. La sociedad que nos envuelve no favorece el conocimiento del misterio humano y sí favorece la desconexión, el entretenimiento, la diversión, la evasión… Por lo que se observa, la vida cristiana no interesa a muchos actualmente y no “compran” esta “oferta”, por más que se trate de un valor importantísimo y de excelente calidad espiritual.

Necesitamos también la revisión de vida porque podemos tener equivocaciones en la comprensión o en la práctica de la fe. ¿Cómo asegurar que vivimos en comunión con Dios? ¿Cómo atestiguar que me he encontrado con Jesús, que ilumina, acompaña…? ¿Cómo muestro que Jesús es Evangelio para mí y sus mensajes tienen tanto peso que las ideologías del momento no me desorientan, ni me confunden, ni me enredan?

Por otro lado, observamos y oímos que quien cultiva la fe crítica y reflexivamente experimenta una motivación extraordinaria, porque le alumbra sorprendentemente y le proporciona infinidad de recursos. Tú mismo notas el empuje tan peculiar que tiene la fe; y por esta experiencia deduces lo valioso que es proponerla e irradiarla. Para darla a conocer no basta con “hablar”, sino que hemos de “hacerla ver”… No olvidemos que el testimonio creyente nos desafía como cristianos individuales y como cristianos integrados en una parroquia. Mostremos, pues, que Dios está presente en nuestras vidas, haciendo “visible” su presencia. Los testigos favorecen que otras personas puedan “ver” a Dios, a Jesús, al Espíritu… Hemos de ser “evangelios vivos”…

Algunos rasgos de la fe

  • La fe siempre es un don, una suerte, un regalo que enriquece y embellece, ilumina y da vigor. Es una experiencia sólida, con gran resonancia en el interior. Da color y orientación a la vida. La fe ilumina toda la existencia. Pero es un don que ha de ser cuidado, alimentado, robustecido… Dios lo ofrece con generosidad desbordante.
  • La fe es una razón más para construirse como persona. Es una motivación poderosa para dar sentido a la vida.
  • Es una virtud teologal: parte de Dios y remite a Dios y a su Reino: los otros, la sociedad, la historia…
  • Es una vivencia personal, pero tiene vertiente comunitaria; suscita y provoca sentido comunitario: conciencia sobre el bien común, el servicio y la ayuda a los otros, la solidaridad, la caridad evangélica…
  • La fe se muestra y se demuestra en la manera de ser y, muy significativamente, en la manera de actuar. La fe sin obras está vacía, muerta; no influye porque no tiene sustancia…
  • La fe entraña y demanda conversión, testimonio, compromiso, difusión, misión… San Pablo escribió: “Pobre de mí si no anuncio el Evangelio” (1 Cor 9,16).
  • La fe nos planta con osadía ante la verdad. “Descoloca” para “recolocar”… Provoca planteamientos y revisión de la vida; interpela sobre la jerarquía de valores que tenemos…
  • La fe cuidada y perseverante de cristianos que conoces seguramente te interroga y te hace pensar… ¿Qué te dicen los santos? ¿Qué te sugieren cristianos destacados como testigos de la fe? ¿Intentas parecerte a ellos?
  • La fe siempre provoca compromisos. Seguramente notas que la fe te los pide personalmente. ¿Los llevas a la práctica o los dejas aparcados? Y si los dejas aparcados, ¿por qué?
  • A los buenos creyentes también les asaltan las dudas, pero las disciernen y las oran. Tú, ¿qué haces con las dudas?
  • La fe es también una gozada, un disfrute. Es muy gratificante saborear la fe y degustarla en comunión con otros cristianos que la valoran como una experiencia sabrosa y eclesial.
  • ¿Te ha dicho alguien en alguna ocasión: “Me gustaría creer como tú”? Si esto ha sucedido, ¿qué está viendo en ti? Si esto no te ha sucedido, ¿será por algo…?

Publicaciones relacionadas

Mira también
Cerrar
Botón volver arriba

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies